Fernandito, mi hermano pequeño y más grande de todos, se unía a esta etapa del viaje justo el día que jugábamos contra Chile.
Después que el Shutle que había reservado no se presentase, fui a recoger a Fernandito al aeropuerto en taxi. No me hizo ninguna gracia! menuda manera de empezar el día, además del sobre coste que me supuso, el “C…” del taxista parecía que me estaba dando una vuelta turística por todos los barrios de Johannesburgo, incluidos los no muy recomendables.
Aunque llegue algo tarde al aeropuerto, Fernando todavía estaba esperando a que las maletas salieran por la cinta correspondiente. Los minutos fueron pasando y nos fuimos temiendo lo peor… tic, tac, tic, tac, nuestras esperanzas se reducían al ritmo que el segundero de mi reloj iba avanzando… pasó más de una hora hasta que nuestras sospechas se confirmaron, que amarga espera. El retraso que sufrió el vuelo de Iberia a Munich gracias a la huelga de los controladores aéreos y que por muy poquito impide a Fernando coger la conexión a Johannesburgo, tuvo más éxito con las maletas. Por favor, que cambien a esos inútiles holgazanes de una vez!
El cabreo con los controladores era monumental! Encima Fernando traía consigo una maleta con todo el material de kitesurf!!! No sabría decir lo que costaba la maleta!
Tuve que sobornar a un policía para que me dejase pasar a la sala de recogida de equipajes. No quería dejar a Fernando todo el marrón, además queria asegurarme que la reclamación estaba bien hecha. Tras pasar 3 controles de seguridad, conseguí acceder a la sala… y tal es mi sorpresa Fernandito ya había puesto la denuncia y había salido de la sala. Cuando pregunto por las maletas, me dicen que no me preocupe, que están localizadas y que las tendría al día siguiente.
Abandone la sala de equipajes con la sensación que todo se resolvería... Así que sin pensarlo más, nos alquilamos un coche y pusimos rumbo a Pretoria. No me podía imaginar entonces los dolores de cabeza que me iban a dar las maletas.
Llegamos a Pretoria sobre las 14h de la tarde, todavía temprano para dejar el coche en un “park and walk”, los parkings que la Fifa había habilitado para la copa del mundo. Dando vueltas con el coche alquilado, llegamos hasta el punto donde la policía no te dejaba ni “aparcar” ni seguir acercándote al estadio. Bueno, si les “invitabas” a una cerveza, no solo te dejaban aparcar el coche a escasos 100 metros del estadio, también te lo guardaban y aseguraban que no le pasaría nada. El servicio de aparcacoches nos costó 10€! No me lo podía creer!
Pasamos la tarde haciendo pre-partido en Eastwoods, un bar impresionante muy cercano al estadio. Nos lo pasamos increíblemente bien! Pudimos ver el partido Portugal – Brasil en la pantalla ultra gigante que habían puesto en la terraza que tenía el bar! Lo menos había 500 personas! Menudo ambientazo... había un cachondeo que no era normal.
Paco se unió a nosotros a media tarde, menudas risas nos echamos!Fernandito se paso media tarde dando picos a las camareras del bar!Todo un crack!
Con los nervios a flor de piel, se nos juntaron el grupo de españoles que había conocido antes del partido de Honduras. Mena, teje, xavi y compañía nos recogieron en el Bar y pusimos rumbo al estadio! Era un partido a muerte, no podíamos fallar!
El partido fue increíble! Ganamos 2 –0! Continuamos la fiesta que habíamos empezado en el bar! Vibramos con cada uno de los goles, los disfrutamos al máximo… el sueño del mundial seguía vivo! Ninguno se podía imaginar a esas alturas que grata sorpresa nos deparaba el futuro.
Tras el partido, como no podía ser menos, salimos a darlo todo! (además, hacía más de un mes que no salía de farra) Todos los Españoles pusimos rumbo a Hanfield Sq, una plaza llena de bares normalmente frecuentada por universitarios (Pretoria es una ciudad universitaria) que por una noche hablo español. Ahí nos juntamos todos, chilenos, españoles, locales y resto de nacionalidades!
Fue una noche mágica, nos lo pasamos realmente bien! Eso sí, tuvimos que callar a unos pocos argentinos que ya creían haber ganado el mundial.
Como pago a un día formidable, tuve que conducir a las 4am los 60 km de vuelta a johanesburgo y con todos en el coche completamente dormidos!
Lo peor era que teníamos que estar en el aeropuerto sobre las 8am para coger el avión a ciudad del cabo y no podíamos dormir más que una hora. Lo mejor es que España se clasificaba como primero de grupo y así no tenía que modificar el itinerario que había ya reservado y pagado!!!
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