En la siguiente página web, podréis seguir las fotos que voy a ir colgando:
http://www.photostohelp.com/AON
Hoy, como casi todos los días desde que comencé esta aventura, una sensación recorre todo mi cuerpo. Mientras contemplo una playa de fina arena blanca, el pacífico, y sus cientos de tonos azules, primero con un azul claro que se torna turquesa un poco más lejos y termina cerrando el horizonte con una fina línea de color azul intenso. El rítmico sonido de las olas, una pequeña brisa que golpea mi cara, la belleza del lugar, y el olor intenso del café que tengo en la mesilla junto a mi hamaca, hacen que todos mis sentidos trabajen juntos para darme una sensación difícil de describir. A pesar de no tener viento, motivo por el cual vine a Boracay, la sensación que ahora mismo tengo se viene repitiendo desde hace ya mucho tiempo. Tanto da que este intentando cruzar una calle en medio del caos de Saigon, negociando con un taxi en Bangkok, atravesando miles de kilómetros en Australia o disfrutando de una playa paradisiaca, la sensación es la misma.
Es la sensación de estar viviendo un momento único, de darte cuenta de la suerte que tienes por estar aquí, viendo con tus propios ojos y disfrutando experiencias dignas de cualquier libro de ficción. Lo piensas un segundo y te sorprendes que no hay día que no hayas aprendido algo nuevo, conocido gente nueva o vivido una experiencia nueva. En estos momentos, aprecias la vida como el mejor regalo que te hayan podido dar. Si, creo que esta es la sensación que ahora mismo recorre mi cuerpo…la alegría de recibir la mejor sorpresa, de alcanzar una meta, de vivir un sueño… si, ya se lo que es, es la sensación de ser plenamente feliz.Me acabo de conectar al blog y he visto que no he publicado nada desde hace ya un mes! Es verdad, soy un ingrato! Mira que no compartir con vosotros todas estas experiencias!!! Es más, me doy cuenta que no quiero que se me olviden todas estas aventuras que estoy viviendo. Así que voy a aprovechar que hoy no hay viento para contaros (contarme), como fue la Aussie Experience!
Hacía muchísimos años que quería venir a Australia. No se si fueron las películas de Cocodrilo Dandee, la belleza de Nicole kidman, sus amigas, amigos que se aventuraron hace tiempo a recorrer estas tierras, el libro que me regalaron en mi último cumpleaños o simplemente las ganas de llegar cuanto más lejos mejor, pero uno de los destinos que he tenido siempre en mi cabeza ha sido Australia
Una de las cosas que más me ha impresionado de Australia es la cantidad y la calidad de personas que me he encontrado. Es de admirar la de jóvenes entre 18 y 25 años que deciden comprarse un billete a Australia y probar fortuna. Como debieron hacer nuestros antepasados con America, ahora lo hacen los ingleses, alemanes, holandeses y algún que otro fránces. Desgraciadamente los españoles no! Para que vamos a salir de España si se vive tan bien? Supongo que esa es nuestra mentalidad.
La mayoría de estos jóvenes vienen con lo justo para un par de semanas de alojamiento, el resto, se lo tienen que ganar. Esta es su forma de viajar, llegan a un sitio, se ponen a trabajar hasta que han ahorrado lo suficiente como para ir a otro sitio. Así se pasan un año hasta que consiguen recorrerse todo el país. Vamos, si uno quiere, uno puede! El dinero no es una excusa para no poder viajar!
Sin duda alguna, Australia es la tierra de las oportunidades, aquí hay trabajo para todos y encima bien pagado. Debido a su tamaño, y su poca población, el gobierno se nutre de Backpackers para hacer el trabajo que los australianos no pueden o no quieren hacer.
Además de los viajeros, “Australia tiene los animales mas peligrosos del mundo, las playas de arena mas extensas y la mayor barrera coralina donde hacer inmersiones. Culturalmente ofrece poco, mas bien nada. De los aborigenas que hace dos dias se paseaban con taparrabos y lanza tranquilamente por estas tierras, viviendo en el paleolitico, quedan unos borrachos que se tambalean por las calles en busca de colillas o simplemente tirados bajo una sombra dejando pasar las horas. Con las caras deformadas por el alcohol y los vicios para afear una, ya de por si, poco agraciada condicion natural. Es realmente una pena ver como la llegada del mundo moderno ha devorado a toda una sociedad que no ha sido capaz de adaptarse a los cambios y que solo se han abrazado a todos los vicios que las sociedades occidentales ofrecen sin ningun tipo de freno: sexo, alcohol, drogas, etc...” (me ha parecido una buena descripción de Australia por David y Sofia - http://lapenultimaaventura.blogspot.com/)
Mi “OZ experience”, se resume en 5 semanas llenas de aventuras vividas a lo largo de más de 3,000km de carretera (bastante más que desde Madrid a Moscú). Desde Sydney hasta Cairns, recorrí la costa este de Australia en uno de los “road trip” más auténticos que he hecho en mi vida.
Ver Mi "OZ experience" en un mapa más grande
Sydney
Llegue a Sydney el 16 de Octubre. Mi plan inicial era quedarme solo un par de días, pero esta ciudad me enamoro desde el primer momento. No pude resistir la tentación de quedarme 5 días, incluso estuve pensando en quedarme aquí todo el tiempo. Si uno esta a gusto, para que cambiar no?
Me aloje en el YHA “the Rocks”, un hostel bastante chulo que toma su apellido del barrio donde se encuentra. Aunque llegue sobre las 8 de la tarde, no fue excusa alguna para apreciar que los Australianos y el alcohol son muy buenos amigos. Es impresionante la cantidad de borrachos que había a esas horas.
Esa noche quede con una amiga que había conocido en Nueva Zelanda, pero las curiosidades del destino hicieron que no nos encontráramos. Para hacer tiempo, decidí darme una vuelta por los alrededores a ver si conseguía un sitio para cenar. Pronto descubrí que a las once de la noche, ya es tarde en Sydney y la mitad de los restaurantes estaban cerrando o sus clientes degustando el postre. Casualidades de la vida que fui a parar a un restaurante italiano, y en la entrada, un grupo de más de 20 mujeres borrachas y celebrando una despedida de soltera me invitan a entrar. Atemorizado ante el numero, la edad (bastante mayores todas), y su embriaguez, decidí rechazar su invitación aunque me quede en el restaurante. Unos minutos más tarde, cuando me iban a dar una mesa para tres, dos lindas señoritas (bueno, lindas solo una, que la otra parecía su madre) entraban en el restaurante. Me confundieron con uno de seguridad (no será porque sea muy grande… en fin), y me preguntaron si el restaurante estaba abierto. Ante mi afirmación, vieron mi mesa y decidieron sentarse. Yo no me lo podía creer, pero que morro no? Cuando me acerque a aclararles el malentendido, les ofrecí compartir la mesa (no había otra… ). No se podían creer su metedura de pata, así que aceptaron. Estaban muy sorprendidas de que fuera a cenar solo, -pero con quien iba a cenar si acababa de llegar a la ciudad?
Tras una cena muy divertida decidimos salir a bailar un poco y bajar la comida! Me acababa de hacer mis dos primeras amigas en Australia. La verdad que fue una noche muy divertida y muy representativa de lo que ha sido mi experiencia en Australia. Daba igual que fuese solo a un sitio, siempre acababas conociendo gente nueva...
Una de las razones que hicieron que me enamorara de esta ciudad es el barrio “The Rocks”. Desde la azotea de mi hostel tenía unas vistas impresionantes. El Opera House, Circular Quay, el Harbour Bridge, todos estos edificios que hacen de Sydney un referente en Australia y en el mundo están a los pies de la azotea. Caminar por este barrio, un oasis de edificios históricos en medio de la ciudad, y lugar donde se establecieron los ingleses en 1788, es uno de los grandes privilegios que he tenido.
Kathrin, una amiga alemana que conocí en NZ, pero que lleva viviendo unos cuantos meses en Australia, me hizo de guía y me llevo a recorrer los sitios más emblemáticos de la ciudad. Empezamos por el barrio The Rocks, fuimos al Harbour bridge, a Circular Quay y después a la Opera House. El sol nos acompaño todo el día. Como cambia la impresión de una ciudad cuando hace bueno eh? Esas sensaciones de las que he hablado antes se repetían constantemente. Ver la Opera House, en vivo y en directo, es simplemente indescriptible. Seguimos conociendo la ciudad, y nos adentramos en los jardines botánicos, de ahí fuimos a Darling Harbour. Tras tres horas de caminata paramos a comer en este puerto lleno de actividad turística. No dejamos un rincón sin conocer, incluso por la noche quedamos con unos amigos suyos para ir a cenar al mítico barrio de Kings Cross.
Fue un día espectacular, Sydney me impresiono, sin duda alguna es una de las ciudades donde me encantaría vivir.
Al día siguiente fui con otra amiga de NZ a ver Bondi Beach. Esta es una de las playas más famosas de Australia aunque no es la más bonita. Su localización, siendo la playa más cercana a la ciudad, sus olas y surfistas y su paseo marítimo con sus bares y restaurantes le han dado esa fama que se ha ganado justamente. Estaría muy bien tener una playa así en Madrid!!!
Esa noche, como no tenía plan, decidí ir al casino “Star city”. Uno de los más grandes del mundo y a la altura de cualquier casino de Las Vegas. Cual fue mi sorpresa que veo que tienen una sala de poker “Texas Holdem”… Puff, con lo que echaba de menos las partiditas con los amigos y echar un buen “all-In”. Lo que no me gaste en hacer puenting en Queenstown decidí invertirlo en poker. Compre fichas por valor de 200$ y entre en una mesa que parecía que había bastante “aficionado”. Me lleve una gran sorpresa cuando en la primera jugada junto con el “flop” tenía un full de Reinas - Reyes… Vamos, que me lleno de gozo y empiezo a subir la apuesta. Mi placer aumenta cuando veo que la mitad de la mesa ve mis apuestas. Así llegamos al “river” (última carta que se muestra en Texas holdem). Viendo que va todo el mundo y que solo había una jugada que podía ganarme (un full de reyes – reinas), decido hacer el primer “all – in” de la noche! Solo entra uno a mi ordago. Suficente, en la mesa ya habría más de 1000$ y me los iba a llevar!! Que bien me venían!! No os podéis imaginar la cara que se me quedo cuando al enseñar mis cartas el “cabrón” de al lado sonríe y enseña su full de reyes – reinas!!! Ese es uno de esos momentos que te hubiera gustado desaparecer… Para más inri toda la mesa contesto con un ohhhhhh, no es para menos!
Tras pensármelo mucho, hablo mi orgullo y decidí invertir 100$ para no abandonar el casino en mi primera jugada. En la siguiente, me volvió a tocar otro full, pero esta vez lo jugué algo más prudente. Así, con buenas cartas y con prudencia, me fui resarciendo del duro golpe y como España tras perder con Suiza en el mundial, no subestime ninguno de mis contrincantes… El tiempo fue pasando y las fichas se fueron multiplicando…. era como quitar un caramelo a un niño, había varios turistas que debía de ser la primera vez que jugaban… A veces, incluso me daba pena echarles un “all-in” sabiendo que lo iba a ganar… Cuando dieron las once de la noche, hora que me prometí abandonar el casino, hice recuento de fichas y me fui. Esa noche era 1500$ más rico… y encima con la lección aprendida!
Mi tercer día en Sydney lo dedique explorar los alrededores de la ciudad. Cogí un ferri para ir a Manly en el que pude apreciar las mejores vistas del Harbour bridge y del Opera House. Manly, junto con Bondy beach, es una de las zonas más famosas de Sydney. También con una playa preciosa, alberga uno de los paseos más espectaculares de la zona.
A estas alturas tenía un montón de dudas de cómo iba a recorrer los más de 3,000km que me separaban hasta mi destino. El avión estaba completamente descartado, no solo por estar fuera de presupuesto, también porque te limita mucho los destinos. Alquilarme un coche o una caravana también, ni económicamente, ni socialmente sale a cuenta. Analizando todas las opciones, llegue a la conclusión que si viajas solo por Australia, la mejor forma de viajar es en Autobús. De esta manera no solo conoces gente en los Hostels, también los conoces en el Autobus, además de poder disfrutar de los paisajes a lo largo del recorrido. Esto último, si has estado en Nueva Zelanda te decepciona un poco. Obviamente, Australia no es NZ, y los “spots” interesantes hay que encontrarlos, pero de spot a spot, olvídate de ver los paisajes que te tenía acostumbrado NZ.
Para viajar por autobús hay dos opciones, la primera y que más gente utiliza es viajar con Greyhound. Esto no es más que una compañía de transportes normal pero que tiene bastantes opciones y posibilidades. Es muy popular entre los backpakers. La segunda opción, es utilizar una compañía como la que use en NZ (OZ experience). Tienen un itinerario fijado y solo un autobús por día o por cada dos días. Lo malo de esta opción es que no tienes la misma flexibilidad que con la primera opción, pero lo bueno es que para conocer gente, es la mejor. Organizan varias actividades para todo el autobús, el autobús es más pequeño y así es más fácil relacionarse.
Blue Mountains
Decidí hacer un tour con “OZ experience” a las Blue Mountains, unas montañas situadas a unas dos horas de Sydney y que me habían comentado que era de lo más bonito de OZ land. [Por si no os habéis enterado ya… A los australianos, les llaman Aussies, y reduciendo esto a su mínima expresión, llegamos a la palabra OZ para llamar Australia.]
A pesar de tener que levantarme a las 4:30am, el tour mereció la pena. Nuestro guía-conductor era una especie de Cocodrilo Dandee que sabía de todo. Antes de llegar a las “Blue Mountains” nos dio un paseo por un parque natural cercano. Aquí pudimos apreciar bastantes arácnidos! En esos momentos empecé a preguntarme si había hecho bien en venir a OZ.
Las Blue Mountains, declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO y simbolizadas en la portada de la Lonely Planet con una foto de las “tres hermanas”, es uno de los sitios que más me gusto de Australia. Hicimos un “hike” de más de dos horas que nos llevo a atravesar cataratas, acantilados y un bosque que parecía infinito. Nuestro “Dundee” no paro de interrumpir la marcha para incrementar nuestros conocimientos del hábitat, fauna y flora del lugar.
En la excursión pude conocer bastante gente y me lo pase genial. Así que siguiendo el dicho español… Más vale malo conocido… me decidí a hacer la costa este con “OZ expereince” (OZe)
Spot X
Tras cuatro días en Sydney y uno en Blue Mountains, empecé mi andadura por el estado de New South Wales. Mi autobús partía a las 6am desde las oficinas de OZe. Aunque más dormido que despierto, pude conocer a mis compañeros de viaje. Alguno de los ilustres ahí presentes como un portugués llamado Pedro, una holandesa llamada Nienke, un ingles llamado Phil o un escoces llamado Ben, iban a acompañarme durante gran parte o todo mi recorrido por la costa este hasta Cairns! La edad de los ahí presentes variaba entre 18 la más pequeña, y 28 el más mayor. Bueno, al menos eso pensaban todos… incluso yo me lo termine creyendo! Jejeje que bien sienta cumplir años hacía atrás, sino que se lo digan a mi hermana Elena que hasta este viaje era más joven que yo ;)
Para que os hagáis una idea de cómo es viajar por Australia en autobus, nuestro primer día de viaje duro más de 10 horas! Salimos a las 6am y no llegamos hasta las 16h!! Encima el mini autobús era bastante pequeño y algo incomodo. En fin, uno se hace a todo.
Spot X es un surf camp que tiene una de las olas más fáciles en Australia para aprender a hacer surf. La tarde que llegábamos no había nada organizado, así que la dedique a descansar y a conocer a mis nuevos compañeros de faena. La cena también nos dio la oportunidad de conocer un número interesante de arañas que habitan en OZ. Impresionante la cantidad de arácnidos que había!! y ninguna pequeña!
Ya por la mañana, disfrutamos de una clase matutina de surf. Desde las 8am hasta las 10:30am estuvimos cogiendo olas... Hasta parecía fácil.
Byron Bay
Tras la comida, nos subimos al autobús y pusimos rumbo a Byron Bay. Este viaje apenas duro 3 horas.Como he dicho anteriormente, esta modalidad de viaje permite a los usuarios quedarse en cada destino los días que quieran. Al igual que en Nueva Zelanda, si querías estar más de una noche en un sitio, normalmente tenías que quedarte al menos tres noches. Por suerte para mi, casi todos los que habíamos iniciado nuestro viaje en Sydney, seguimos los mismos pasos hasta Byron Bay. Como ninguno tenía su alojamiento reservado, nos fiamos de la recomendación de nuestro conductor y nos alojamos todos en el mismo sitio. Sin duda, esto es lo mejor de viajar con OZ experience. A medida que transcurre el viaje, y a base de coincidir tanto en el autobús como en el hostel, te terminas haciendo un montón de amigos y conociendo a la gente más variopinta que os podáis imaginar.
Byron Bay me gusto bastante. Es un pueblo pequeño pero muy turístico, famoso por ser el punto más al este de Australia. Su playa y sus fiestas hacen de Byron Bay un lugar perfecto para muchos Backpakers y yo no iba a ser la excepción.
Aquí pase 3 días. Disfrute como un enano del surf, de mis nuevos amigos, y de las fiestas del Cheeky Monkies. Desde el faro más al este del país pude apreciar el “sunrise”, el “sunset”, y el “moonrise” (una nueva modalidad… Impresionante!) antes que ningún Australiano. Aunque es gratis disfrutar de estos espectáculos, uno tiene que levantarse a las 5am para ver el amanecer y recorrerse varios km a pie para ver el atardecer o el “moonrise”.
Uno de los días hice una excursión a Nimbin, un pueblo de hippies acabados que sin duda me lo podía haber ahorrado…
Las fiestas del Cheeky Monkey’s son de lo mejor de Australia. El restaurante invita a todo el mundo a cenar por 2€!! Cerveza incluida. Así consiguen llenarlo, vamos no cabe ni un alma. Al cabo de unas horitas, empiezan con la música y como no hay pista de baile, la gente se sube a las mesas. Impresionante la que se montan!!! OZe tuvo la cortesía de invitarnos aquí a cenar… tras esta noche, todos nos hicimos más amigos!!
Surfers Paradise
Mi siguiente parada iba a ser Surfers Paradise. A pesar del nombre tan molón, la ciudad no lo es tanto. Situada en la “Golden coast” (Costa dorada) de Australia y a pocos kilómetros al sur de Brisbane, es una ciudad de “vacaciones” con playas kilométricas, muchos restaurantes y un montón de discotecas.Tuve la mala suerte que el día que llegue divisaron un enorme tiburón blanco a escasos metros de la playa. Sin poder hacer surf, ni bañarme en la playa, no había mucho más que hacer más que relajarse en la piscina del hostel y esperar a que el sol se apagara para salir de marcha. No se como serán las olas, ni si se acerca a ser un paraíso para surfistas, pero desde luego, es un paraíso si la vida nocturna es lo único que te interesa. También pude probar uno de los muchos parques de atracciones que hay cerca de la ciudad. Sin duda alguna, esta ciudad esta pensada para divertir a todo tipo de personas, desde los más pequeños a los más mayores.
Lo mejor que me trajo esta ciudad fue en encontrarme con Ben y Phil, que han resultado ser mis mejores amigos durante la etapa de Australia. Empezamos juntos el viaje en Sydney, nos terminamos de hacer amigos en Surfers Paradise y continuamos juntos todo el viaje hasta Cairns.
Noosa
Tras pasar un par de días en Surfers, decidimos no visitar Brisbane (una de las ciudades más importantes de la costa este de Australia) para ir a parar a un pueblecito costero llamado Noosa.Aunque solo pernocte una noche, pude aprovechar bien el día para hacer un paseo de más de 3 horas por un parque natural que esta en medio de la ciudad y disfrutar de una mañana de sol y playa.
Noosa me gusto bastante, la playa es bastante bonita y el paseo por el parque natural es uno de los más bonitos que he hecho en Australia. Incluso vi a un Koala!!!
Rainbow Beach and Fraser Island.
Fraser Island es uno de los destinos más importantes de la costa este de Australia. Junto con los Whitsundays, no hay backpacker que se precie que no pare en al menos uno de estos dos sitios.Fraser es la isla de arena más grande del mundo! Sus mayores atracciones son sus lagos interiores de arena blanca y agua azul turquesa, su pesca, y la aventura de conducir por sus playas y caminos. En esta isla encuentras tanto dunas de arena interminable como un bosque tropical. Toda la vegetación de la isla crece sobre arena de playa, todavía no se como, pero es un hecho. Bañarse en uno de estos lagos es un placer para la vista y el cuerpo, es como estar en el caribe pero con agua dulce. Conducir por la Isla es divertidísimo siempre que tengas a un profesional al lado que sepa sacar el coche cuando se queda atrapado en la arena.
Para poder ir a Fraser Island compre un paquete que incluía 3 noches de alojamiento en Rainbow Beach y 2 noches de camping y un 4x4 en Fraser Island. Lo mejor de Rainbow Beach es el hostel, que aunque bastante sucio, es muy divertido. Sin mucho más que ofrecer que una linda puesta de sol, este pueblo se ha hecho famoso por ser el punto de partida hacía Fraser Island.
Tanto en Fraser como en Rainbow, es donde más amigos he hecho en todo el viaje. John, un irlandés con el que no puedes dejar de reírte! Bastante simpático y gran amigo! Lisa y Kristy, dos canadienses que compartieron mi 4x4, son solo unos pequeños ejemplos. De hecho, Lisa y Kristy se unieron a Ben y Phil en nuestro trayecto por la costa este.
El plan de Fraser es muy “backpaker”. En mi excursión éramos 28 personas. La noche antes de nuestra aventura nos dividieron en cuatro grupos y a cada grupo le dieron un 4x4. A mi me toco el “leading car”, que aunque parezca más “in”, no lo es tanto. Mi coche era el único que no hacía turnos para conducir ya que el guía de la expedición no dejaba su coche a nadie. De todas formas, llegue a conducir uno de los otros coches. Lo mejor es que era bastante cómodo y comparado con los otros, era como una limusina. Otra particularidad de mi grupo, es que al ser un coche normal, solo eramos 4 más el guía. Aquí es donde conocí a Lisa y Kirth. Aunque he de reconocer que al principio no me cayeron muy bien, terminamos siendo muyyy buenos amigos.
El primer día empezó siendo toda una aventura. Apenas pasaron diez minutos desde que cruzamos con el ferri, cuando uno de los coches se estropeo. Tuvimos que esperar casi dos horas hasta que llego el mecánico y pudo arreglarlo. No fue casualidad que el coche que se estropeo fue del grupo de “holligans”. Digamos que de los 4 coches, hubo que estaba lleno de ingleses con tatuajes hasta las cejas y un poco agresivos aunque muy buenas personas.
El plan del primer día fue bastante tranquilo. Conducimos al lado este de la isla, apreciamos la fuerza con la que el pacífico golpea esta isla (esta prohibido bañarse en la playa debido a la cantidad de tiburones y la fuerza de las corrientes), disfrutamos de alguno de los lagos más bonitos de la isla y acampamos en un claro a escasos metros de la playa. Acampar en tiendas de campaña tiene por definición una fogata en el centro del campamento y desgraciadamente en Fraser Island esta prohibido hacer fuego. Vamos, eso y que el suelo no era nada blando, fueron las únicas cosas que no me gustaron del campamento. También tuve la suerte de compartir con dos canadienses bastante monas y pequeñitas (Shu y XXX)… la mini tienda de campaña que nos dieron a compartir por cada 3 personas. Muy a mi pesar, no paso nada más allá que dormir poco y mal.
Los otros dos días en Fraser hicimos un plan parecido, conducir por la playa y los caminos de la isla y descubrir las pequeñas maravillas que esconde. Llegamos a ver “dingos”, una especie de perros salvajes con los que hay que tener mucho cuidado. Por mi parte, entre spot y spot, me iba quedando dormido en el coche. No se si era el traqueteo, la comodidad de mi “limusina” o la poca conversación que daba mi grupo que no había forma de mantenerse despierto. Entonces añoraba un grupo algo más divertido, ya que cuando parábamos en un sitio, me llevaba mejor con todos menos con los de mi coche. Aunque tarde, esto cambio y termine siendo bastante amigo de Lisa y Kristy.
Por la noche, sentados todos en un corro junto a una linterna que hacía de fuego, nos juntábamos para disfrutar del cielo estrellado y contarnos las mejores anécdotas de nuestros viajes. La noche se amenizaba con distintas conversaciones sobre nuestro pasado y nuestros planes futuros, con juegos donde el alcohol era el protagonista principal y escuchando y bailando los últimos hits en los Ipods de alguno de los presentes. Sin duda alguna, una experiencia inolvidable para todos.
La que seguro que no va a olvidar Fraser Island en su vida es “Nancy”, una pobre chica noruega de 20 años que se rompió el brazo además de rasparse todo el cuerpo. Su pecado es lo que yo llamo “falta de visión”. Tras el incidente, entendí porque los americanos ponen carteles con señales de peligro por todos sitios, no vaya a ser que algún idiota le pase algo y les denuncie. Los australianos tampoco son tontos y en una de las piscinas naturales que se forman con las rocas y el mar, advierten claramente del peligro que tiene andar por las rocas a las que las olas golpean con una fuerza bestial. Nancy no quiso ver el cartel que advertía de las terribles consecuencias que podía tener un resbalón en esta zona. Pasó lo que tenía que pasar, la niña jugando y haciéndose fotos como si fuese Paris Hilton y en una de esas, vino una ola y se la llevo por delante. La verdad que no le paso nada para lo que le podía haber pasado. Vinieron a recogerla en una ambulancia 4x4 y la llevaron en helicóptero hasta el hospital mas cercano. Lo mejor es que Nancy se quejo que nadie le había dicho que no podía ir ahí…
Agnes Water – 1770
Tras otro viaje de 9 horas alcance mi siguiente destino, un pequeño pueblo con escasas tres calles pero bastante acogedor y con una playa increíble. 1770, o Agnes Water, es también un buen spot de surf, aunque sobretodo es famoso por el kitesurf. Esta vez no tuve suerte y el viento no soplo el día que pase aquí.Me aloje en el “Cool Bananas”, un hostel bastante chulo y acogedor donde el ambiente es inmejorable. La actividad principal que ofrece esta ciudad además del surf y del kite es una excursión en unas scooters que parecen Harleys. Aunque en bicicleta puedes ir más rápido, la excursión es bastante divertida. Lo mejor es que llegas a ver canguros salvajes y terminas con un atardecer de película.
Airlie Beach & Whitsundays
Para ganar un día en mi recorrido y tener la posibilidad de hacer kite en 1770, decidí no subirme al bus de OZe. El plan de OZe era viajar casi todo el día y pernoctar en una granja, algo que tampoco me llamaba la atención. Al final no gane mucho ya que no hubo viento en 1770 y al parecer la granja donde paro OZe fue una de las paradas mas divertidas del viaje. En fin, yo tampoco me lo pase mal.Reserve un autobús nocturno de Greyhound que salió a las nueve de la noche de 1770 y llegó a las 7am a Airlie Beach.
Airlie beach es el punto de embarque para los Whitsundays, que como he dicho antes, es un “must do” en la costa este. Whitsundays es una isla que se ha hecho famosa por tener la playa más larga del mundo de arena blanca (Whiteheaven beach). Es impresionante!
La forma de explorar los Whitsundays es a través de un crucero en barcos de regatas reconvertidos para llevar “pasajeros”. Lo único que cambia respecto a un barco puramente de carreras es que el interior esta lleno de literas, por lo demás, es un barco que ha estado compitiendo varios años. Como iba un poco justo de tiempo, contrate un crucero de dos días y una noche. Sin duda alguna, esta es la actividad que más me ha gustado de Australia. No se si fue la suerte que tuvimos con el tiempo (llevaba dos semanas lloviendo hasta que llegue yo y volvió a llover cuando me fui), la experiencia de navegar en un velero de regatas, la belleza del lugar, la compañía, el viento, la mar,… o la combinación de todo esto… pero el hecho es que disfrute como nunca estos dos días en la mar.
Tuve la suerte que a Ben, Phil, Lisa y Kristy también les toco el mismo barco. El “Condor” es un velero de regatas de más de 20 metros y con capacidad para 25 personas. Todavía no se como, pero el caso es que cabíamos todos en el barco. Para poder mover el barco, todos teníamos que participar, algo que le daba más vidilla al plan. Nuestra primera parada fue en una reserva natural para hacer Snorkel. Debido al número y la peligrosidad de las medusas que hay en la zona, solo te puedes bañar con unos trajes especiales que te protegen de sus picaduras. Dicho así suena muy bonito, pero cuando te lo pones te sientes de la familia de los “Teletubies”. A pesar de hacer el ridículo con ese traje, puedo poner la mano en el fuego que nunca he visto tanto pez, de tantos colores y tantos tamaños!! Increíble. Tras hacer snorkel, fuimos a un banco de arena donde la tripulación del Condor nos sirvió unos nachos con queso que supieron a gloria. A mi en particular me ayudo a matar la envidia “sana” que tenía por ver como un tipo que andaba por ahí estaba haciendo kite!. Por último, cenamos y pasamos la noche en una calita impresionante contemplando la luna llena… momento “priceless”. Eso si, a las diez de la noche estaban todos dormidos. Desde luego mi barco no era el más marchoso. Según me conto John, en su barco había más de 53 personas y todas con el objetivo de pasarlo lo mejor posible.
Como en la mili, a las 6am tocaron la campana y todos a levantare. Teníamos unas horas de navegada antes de llegar a la Whitehaven beach. Técnicamente no fuimos a esta playa, fuimos justo en frente donde se aprecia la mejor vista de la misma. Pasamos el resto del día en una cala de arena blanca y agua azul turquesa. Unos pocos aventureros descubrimos un spot increíble y lo hicimos nuestro.
Sobre el medio día emprendimos el viaje de retorno a Airlie Beach. Este pueblo, a diferencia de Rainbow Beach, está bastante más explotado y es bastante más divertido. Además de una cantidad ingente de hostels y backpakers, el pueblo tiene un monton de restaurantes, bares y alguna que otra tienda.
El hostel donde me alojaba era un poco sucio, y salvo yo, todos cogieron “bed bugs”. Son un tipo de parásitos que se meten en las sabanas y tçççççççççç Tras este viaje he llegado a la conclusión que mi piel no le llama la atención ni a los mosquitos ni a los bed bugs.
Tras el crucero, todo el mundo se junta en un hostel que se llama “beaches” para cenar y despedirse. Como no podía ser de otra forma fue una noche muy divertida, aunque solo se presento la mitad de la tripulación (natural, la mitad eran parejas). Yo termine quedándome solo con Celine, una francesa que estaba viajando sola durante tres semanas en Australia. No paso nada, pero estuvo a punto, si su novio de 8 años no llega a llamarla en uno de esos momentos que ella empezaba a dudar que hacer. Cuando volvi al hostel, y justo cuando iba abrir la puerta de la habitación un Holigan ingles abre la puerta. Al verme, empieza a decir que esa no es mi habitación y que salga. Obviamente el ingles iba borrachísimo y el que se había confundido de habitación era él. Aunque casi llegamos a las manos (algo que no me convenía ya que era 3 veces más grande que yo) conseguí que el tipo espabilara y se diese cuenta de su error… por supuesto, ni se disculpo ni nada.
Por estas alturas cero que el español se me estaba olvidando. Es increíble que me encontraba a gente de todas las nacionalidades menos las de habla hispana. En fin, parece que por fin puedo decir que hablo 6 idiomas: ingles, escoces, irlandés, australiano, kiwi y español
Una de las cosas que más me ha sorprendido de mi viaje por Australia es la cantidad de mujeres que viajan, tanto solas como en grupos. Por haceros una idea, hasta la fecha solo había compartido una vez una habitación con más chicos que chicas. Yo encantado, sobre todo porque suelen ser algo más ordenadas y suelen roncar menos. Aunque he de decir que he encontrado de todo! Ahora que hablo del roncar, el peor ronquido lo he conocido en Airlie Beach. Un campeón que supera con creces cualquier ronquido que hayáis conocido! Hasta con tapones se le podía escuchar! Encima no tenía un sonido rítmico, era siempre distinto… vamos, desesperante!
Mision Beach
Otro viaje de 8h en un autobús de Greyhoud me llevo hasta mi último destino antes de llegar a Cairns. Otra vez me confundí al no ir con OZe, ya que todos lo pasaron bastante bien en Magnetic Island (destino donde iba OZe). Aunque yo también lo pase muy bien, en Mision Beach no había mucho que hacer si no querías hacer skydiving (algo que ya hecho y por presupuesto no me apetecía repetir)Lo mejor que hice en Mision Beach es un paseo guiado por el dueño del hostel en un bosque tropical. La verdad que es impresionante ir observando como la temperatura y la fauna y flora de Australia va cambiando a medida que vas subiendo por su costa. Si en Sydney tenías que llevar jersey, aquí con una camiseta ya pasabas calor. Si había atravesado bosques de pinos ahora atravesaba una selva tropical. Los contrastes son brutales, pero todos impresionantes!
Nuestro guía y dueño del hostel nos enseño el “rainforest” con gran pasión. Iba haciendo paradas para describirnos y enseñarnos la más variopintas formas de vegetación y los cientos de animales he insectos que viven en la selva. Nos dio de comer hormigas con sabor a lima, nos enseño arañas venenosas y ayudándose de una pinza de colgar la ropa, reclamó la presencia de un insecto. El paseo mereció mucho la pena tanto por la belleza del mismo como por la enseñanzas del guía. El colofón al paseo fue ir a una zona que esta llena de canguros salvajes. Impresionante!
Aunque parezca repetitivo, llegue solo Mision Beach y termine con un montón de amigos. Esto de viajar solo es increíble, siempre terminas conociendo más gente de la que te puedes imaginar! Para promocionar esto, los hostels suelen hacer un montón de actividades en grupo que son fundamentales para ampliar tu “network”. Por ejemplo, una de las noches que pasé aquí, el hostel organizo un Quiz por grupos. A cada pregunta que hacían, un trago y una respuesta. Al final, mi grupo ganó, aunque lo más importante es que terminas conociendo a todo el mundo que está ahí.
Cairns
El último trayecto de mi viaje hasta Cairns lo hice con OZe. Fue bastante emocionante cuando el autobús de OZe me recogió en Mision Beach. Ben, Phil, Krista y Lisa me estaban esperando y gritando mi nombre!!! El resto del autobús se quedo flipado! Parecía que entraba una estrella de rock… para su decepción, solo entre yo.Cairns es una pequeña ciudad que esta al norte de la costa este de Australia, principio o fin para la mayoría de los aventureros que deciden recorrer la costa este y famosa por esa mezcla de colores que da el estar rodeado de las selvas tropicales más impresionantes del país y los azules intensos de la gran barrera de coral.
Tuve que decantarme por una de las dos atracciones más importantes de Cairns. O bienhacía una inmersión en la gran barrera de coral o bien me aventuraba a recorrer el parque natural de Daintree. Como ya había visto una selva tropical hacía un par de días, me decidí por la inmersión.
El primer día lo dedique a conocer la ciudad (algo que haces en un par de horas) y descansar en la “playa”. Bueno, para ser más exactos… en la gran piscina municipal de Cairns. Aunque la ciudad tiene playa, al parecer esta prohibido bañarse en ella. Así que para que los turistas y backpackers tuvieran un sitio donde refrescarse y reunirse, construyeron esta inmensa piscina. Para que nadie echase de menos la playa, la acondicionaron con arena y todo. Aunque no es lo mismo, la verdad que está bastante bien.
El segundo día en Cairns era el fijado para hacer la gran inmersión. Tenía ganas de descubrir la famosa barrera de coral y conocer uno de aquellos lugares más míticos de Australia. Como no tenía más días, solo pude hacer la excursión de un día y como iba con Ben y compañía, tuve que apuntarme a un crucero en el que combinan snorkel y buceo. El sitio al que nos llevaron me decepciono bastante. Supongo que el hecho de ir con 50 personas más que van hacer snorkel limita bastante los sitios donde hacer inmersiones. Estoy seguro que hay sitios mejores en Cairns para hacer inmersiones. Lo único bueno es que éramos solo 3 buceadores. En fin, si algún día venís aquí a bucear, aseguraros de que os lleven a los buenos spots!!!
Cairns no es solo famoso por las actividades que se pueden hacer de día, también por la gran fiesta que se monta. Tanto los que ponen fin a su viaje como los que empiezan, todos tienen muchas ganas de pasarlo muy bien. En el hostel donde me alojaba, tenían una de las discotecas más importantes de la ciudad, increíble la fiesta que se montaba. Sin duda, uno de los mejores hostels donde me he alojado en todo mi viaje (Gilligans). Whoolshed, un restaurante – bar de copas, es otro de los lugares míticos de Cairns donde se termina bailando encima de las mesas.
Sydney…. Otra vez
Aunque me hubiese gustado quedarme unos días más en Cairns, mi tiempo en Australia tocaba a su fin. Eso sí, todavía podría disfrutar de mi último fin de semana en Sydney, una de las ciudades que más me han gustado en esta vuelta al mundo.
A pesar de haber estado más de un mes recorriendo la costa este sin hacer kite, no me había dado por vencido en mi idea de hacer kite en Australia. Por ello, el sábado por la mañana en cuanto me levante, llame a la única escuela de kitesurf que encontré en internet que daba clases en Sydney. No sabía que la ciudad fuese tan grande! Tarde más una hora en taxi en llegar al sitio donde me citarón. El miedo a los tiburones afloro al ver que todas las playas de la zona tenían redes de protección menos la zona de kite. No hubo forma en que me alquilasen el material, así que me comí el orgullo y coger una clase particular. Hice bastante el ridículo… tras haber vacilado al profesor diciendo que tenía un nivelazo de kite, a los diez minutos de estar en el agua, intente un truco y me quede sin cometa!! El leash (cuerda que te une a la cometa), se rompió y me quede en medio del mar, acojonado por los tiburones. La cometa salio volando unos 500 metros y casi se estampa con unas rocas… Menos mal que el profesor pudo rescatarla justo antes del accidente! Por mi pare, lo pase fatal pensando que un tiburón podía venir a saludarme. Menos mal que hubo un buen samaritano que me vio y me vino a buscar en su moto de agua.
Good bye OZ!
Para despedir Australia y el post de hoy, no se me ocurre una mejor forma que poneros el tatuaje que Phil tiene en su brazo derecho.“There is much to explore, experience and discover on this planet that you need to grasp the chance when it comes along as your true friends and family will still be here when you feel ready to return”
Nos vemos en la india... : )
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