Vietnam... a contrarreloj

Aprovecho que hoy funciona internet para poner un post de Vietnam.

Vietnam ha sido uno de los lugares que más me han llamado la atención. Aterrice en Saigon el mismo día que se jugaba “el clásico”. Si, ese Barsa – Madrid que prefiero casi no recordar!!!

Saigon:

De hecho, me aloje en un “buen” Hotel (20$ la noche) para poder ver el partido. Me asegure que tenían tv por cable, pero aún así, no sirvió de nada. Me quede despierto hasta las 3am para ver el partido, y eso que la noche anterior casi no había dormido porque tuve que coger un avión a las 7am!!!

Lo intente por todos los medios, tv, internet y por último internet. No hubo forma ni de ver ni de oir el partido… Así que me resigne a seguir el partido por la página de Marca. Tras la primera parte, y viendo que iban 0 -2, preferí irme a domir ya que me tenía que levantar a las 7am para poder apuntarme a un tour que había reservado hacía las cuevas de Cuchi

A Ho Chin Ming llegue muy temprano (7am), y ya en el camino a la ciudad desde el hotel me quede impresionado del número de motos que había. No es para menos, hay más de 4 millones de motos!!! Me parecía imposible no chocarse con ninguna. Al parecer, tienen el acuerdo no escrito que de una carretera de 3 carriles los coches circulan por el izquierdo y las motos por los dos restantes. La bocina es el extra del coche que con diferencia más utilizan! Creo que el taxita pito al menos 80 veces (y no exagero) en los 30 minutos que duro el trayecto. Tras una buena siesta me fui a descubrir la ciudad. Comida en un típico sitio vietnamita recomendado por la Lonely planet. Estaba bastante bien! Por el camino te van abordando motoristas que ofrecen llevarte a tu destino. Todos muy simpáticos, tras rechazarles, te dicen al menos el camino que tienes que coger (a veces no es el más corto).

Cruzar la calle me resulto un autentico infierno, es un deporte de riesgo extremo, cada vez que intentas cruzar la calle puede ser la última! Es más estresante que cualquier proyecto de banca de inversión! Entre las mil motos que te van pasando a menos de 20 cm, las mil bocinas que suenan por todos lados, y los 25m que tienes que recorrer para llegar al otro lado, ponen aprueba todos tus sentidos y tus mejores cualidades! El juego de ordenador en la que una gallina tenía que cruzar la calle sin ser atropellada debía de estar inspirado en esta ciudad!!

El museo de la guerra fue una de las cosas que más me impresiono de Saigon. Todos los occidentales crecimos creyendo que los americanos eran los salvadores de Vietnam, los buenos de todas esas películas bélicas que relatan la guerra Americana. La realidad es bien distinta, te das cuenta que los americanos fueron unos auténticos hijos de p… Una de sus muchas atrocidades fue rociar con agente Naranja todo el sur de Vietnam. Así exterminaron todo organismo viviente en km y km de selva, no solo arboles, también civiles. Las consecuencias de estos químicos superan las de la bomba de Hiroshima (también lanzada por los americanos). Hoy en día sigue naciendo gente con mil tipos de deformidades debido a los efectos secundarios del “pesticida”! Es muy triste. La visita al museo es bastante dura!! Los americanos tuvieron 58,000 bajas frente a los 3millones de vietnamitas que murieron, de los cuales 2millones eran civiles (mujeres y niños). Sin olvidar que es una guerra que nunca declararon!. La conclusión es que en ninguna guerra hay buenos, ambos mandos son malos!!

Al día siguente me aventure a las cuevas de Cu Chi. Alucinantes! Los Vietcom (viet – de Vietnam, Com – de Comunistas) construyeron cientos de km de túneles bajo la selva. No solo servían para esconderse y transportarse de un sitio a otro, literalmente vivían ahí. Había mas de 20,000 vietnamitas viviendo en estos túneles, la verdad que no se como podían hacerlo. Yo recorrí 20 metros de túnel (y este estaba acondicionado), y casi me muero del agobio, el calor, y la claustrofobia. Tienes que ir de cuclillas, casi sin oxigeno… pufff que mal lo pase! Aquí también tuve la oportunidad de ver las trampas que hacían los vietnamitas, estos tios son mejores que mac guiber. Con cuatro palos hacían unas trampas que te ponían la piel de gallina. Hubo una que me llamo la atención porque si querías sacar la pierna, tenías que cortártela! No había otra forma de sacar el pie!! Increíble pero cierto… no me hubiera gustado ser un “Gringo” en esta selva. Otra de las atracciones que tiene este lugar es que puedes disparar con una M16, M30 (metralladoras americanas) y con una AK47! Creo que me gaste más de 30€ en balas!! Aunque en las pelis parezca fácil, es bastante difícil hacer blanco con la M16 y el AK47. Con el M30 (una ametralladora que dispara no se cuantas mil balas por segundo), es otro rollo, arrasas todo lo que quieras!

Por la tarde volvimos a Saigon y aproveche para visitar el palacio de la reunificación. Esta “chulo” ver el palacio de un presidente pero no tiene nada más

El tercer día en Vietnam lo dedique para hacer una excursión al rio Mekong. En un Tour organizado, salimos sobre las 8am de Saigon rumbo a nuestro destino. El Mekong es uno de los ríos más importantes de suroeste asiático, de los más largos y más caudalosos. La excursión estuvo muy bien y más teniendo en cuenta el coste de la misma 7$!! Creo que nunca 7$ dieron tanto de si! Estaba incluido todo! Las 3 horas de ida y las de vuelta en autobús, paseo en barco, paseo en barquita por los canales más pequeños, comida, show de música local… vamos impresionante! De camino al Mekong paramos en una fábrica de manualidades que el gobierno tiene montadas por todo Vietnam para que puedan trabajar la gente afectada por los agentes químicos lanzados por los americanos. La verdad que tienen bastante maña, aunque da muchísima pena (y también grima) ver a los trabajadores ahí.

El rio Mekong es impresionante! Con sus casas flotantes a lo largo de todo su recorrido, cientos de aldeas a sus orillas, y miles de embarcaciones transportando mercancías o personas. Sin lugar a dudas, uno de los Must do de Vietnam!

Dalat:

Mi siguiente parada fue Dalat. Una ciudad situada en el centro del país,  famosa por sus opciones de aventura y por ser la “granja de Vietnam”. Debido a sus condiciones climáticas, altura y calidad de la tierra, aquí se cultiva todo lo que no se puede cultivar en el resto del país. Vamos, todo lo que no es arroz, proviene de esta zona.

 

En Dalat estuve tres días, suficiente para hacer un poquito de turismo por la zona y hacerme un treking impresionante! Aquí fui al Dreams hotel, un gran hotel, muy barato (20$) para un europeo ex banquero de inversión y si lo comparas con Australia, donde pagas 40$ por un dorm compartido con 10 personas, aquí por 20$ tenías una habitación doble para ti, con baño decente, limpio, y un desayuno a la altura de los hoteles con más clase del mundo! Eso si, comparado con Vietnam, es de los más caros… 20$ dan para mucho! Pensar que el sueldo medio de una persona aquí es de 100$ al mes!

La señora que lleva el hotel es impresionante, su marido es un mero “espectador”. La pobre gestiona el hotel, cocina, limpia y te ayuda en todo lo que puede para que tengas una mejor estancia. Como agencia de viajes no tiene precio, encima, es el único hotel de la zona que no cobra comisión cuando te reserva algo, así que siempre te da un buen asesoramiento.

Gracias a su consejo, el primer día contrate un “easy Rider” como guía para que me enseñara parte de la ciudad y alrededores. Los easy riders son gente sin empleo que en su día vieron una oportunidad en convertirse en guías turísticos. Te suben a su moto y te enseñan la cultura y sitios que nunca hubieras conocido. Claro, eso era cuando empezaron, ahora hay cientos de easy riders y los sitios donde te llevan ya son más turísticos que la mezquita de Cordoba. De todas formas, todavía quedan unos cuantos “autenticos”, y gracias a mi hotel, pude contactar con uno de ellos. Los mejores tours que hacen son de varios días desde Dalat a las Highlands o a las zonas costeras del país, pero como iba limitado de tiempo, solo cogí el guía para una tarde. Al principio no me hacía mucha gracia lo de subirme a una scooter con un loco de estos al “volante”, pero bueno, no había otra opción.

El señor Thu, que así se llamaba mi “easy Rider”, primero me llevo a visitar la “crazy house”. Una casa todavía por terminar, pero inspirada en el famoso arquitecto español, Gaudi. La casa, diseñada por la hija del expresidente de Vietnam, le queda mucho para poder compararse a la obra de nuestro arquitecto. Dicho esto, no esta nada mal.

Fui a comer con Thu a un lugar de locales, un restaurante de esos que hay por la calle que en condiciones normales no comería, pero como estoy con el “mood” aventurero, pues decidí probar suerte. Decidí hacer un esfuerzo económico e invitar a mi estimado guía, total, la comida en total costo 2$.

Thu resulto ser una persona bastante interesante, era uno de esos Vietnamitas que el comunismo se cebo con el y toda su familia. Cuando tenía 10 años, vio como mataban a sus padres y quemaban la casa de su familia. Su pecado? Que eran los ricos de la aldea. Creo que Zapatero le encantaría poder hacer esto en España… Que el Señor nos pille confesados!

No solo eso, el pobre señor, ya mayor con sus 50 años, le expropiaron la casa. Un comunista corrupto del gobierno le exigió un pago sin justificación y como el no podía afrontarlo, decidió quitarle la casa. Cuando pago el dinero de la extorsión, alguien denunció al estafador pero todavía lleva un par de años esperando que le devuelvan el dinero. En fin, todo un personaje hecho a si mismo, orgulloso y valiente, que nunca se rindió. Espero que tenga más suerte en el futuro.

Ese día también visite unas cataratas bastante bonitas, un lago, y varios templos. Termine MUERTO!!

Una observación bastante curiosa es que los Vietnamitas cuando se casan dedican un día entero (o varios) a hacerse fotos con el traje de novios. Cuando llegue al lago, había unas 5 parejas con varios fotógrafos profesionales haciéndose fotos. Al principio creí que era para un catalogo, pero después de ver esto por todo el país, me doy cuenta que es una tradición.

Ese día cuando fui a cenar estuve dudando entre dos restaurantes que estaban uno frente al otro. Mi duda se disipo cuando una de las camareras del restaurante que iba a entrar, salió para decirme que acababan de cerrar. Mejor, así no tenía que pensar.

De todas las opciones de aventura que ofrece Dalat (mountain bike, escalada, rapel, hiking, etc…) me decidí por hacer un “hike” de 6 horas. La excursión fue impresionante, atravesamos montañas, selva tropical, bosques de pinos, puentes colgantes, plantaciones de café, aldeas locales,… Durante la caminata, el guía me iba explicando cosas bastante interesantes. Por ejemplo, que Vietnam tiene más de 50 minorías. La mayoría de ellos viven en aldeas como las que estaba conociendo. Impresionante. Me explicaba las distintas fases que tiene la producción de café o las propiedades vitamínicas de alguna de las plantas que nos íbamos encontrando. Tuvimos que cruzar varios puentes colgantes, me quede “flipado” (perdón por la expresión), al ver como motos cargadas hasta arriba con granos de café se atrevían a cruzar esos puentes. De los puentes, había alguno que parecía sacado de una película de Indiana Jones, como te confundieras de tablón, te caías al rio. Las aldeas también impresionan, en apenas 5 casas viven más de 200 personas! Son todo sociedades matriarcales, y si un marido muere, la mujer solo puede casarse con el hermano del marido. Tampoco se permite la mezcla con otras aldeas…

En el medio del treking me cruce con un grupo de 4 españoles de Albacete. Lo primero que me dijo el subnormal de uno cuando supo que era de Madrid es que sentía el 5-0!! Vaya pringado!

El treking fue espectacular, eso sí, termine muerto! 6 horas de montaña arriba y montaña abajo se hacen un poco largas.

Mi segunda noche fui a cenar algo más temprano con ganas de probar el otro restaurante. Para mi sorpresa, cuando estaba en la calle enfrente del restaurante, la misma camarera del día anterior, salió del restaurante y me dijo que me invitaba a una cerveza si cenaba ahí como compensación de la noche anterior. Gustosamente acepte su invitación. El mundo es un pañuelo y me encontré en el restaurante a los 4 españoles que me había cruzado antes en el monte!. Al final resultaron ser bastante simpáticos y buena gente. Me invitaron a una copita de vino. Se quedaron bastante impresionados con mi historia de dar la vuelta al mundo y hacer voluntariado!! El que me dijo lo del 5-0 se disculpo…

Hanoi:

La capital es tan caótica como el resto del país, o incluso más. La contaminación acústica es increíble, seguro que lidera la lista mundial de ciudades con más ruido. A veces los pitidos se hacían insoportables.

Para ser justos, solo conozco el casco antiguo de la ciudad, y a pesar de su caos y su ruido, no deja de ser una ciudad con una actividad frenética, interesante, estancada en el tiempo, e incluso en cierto modo, carismática. Los estrechos edificios antiguos, no muy altos, mantienen rasgos de su arquitectura colonial. La estrechez de los mismos es debida a que había un impuesto que gravaba la anchura de las calles (así son estrechos, pero largos). Un laberinto de callejuelas recorre el centro de la ciudad hasta envolver el lago que se convirtió en el epicentro de Hanoi.

La estrechez de sus calles hace que sea algo más fácil que Saigón cruzarlas aunque también se puede considerar deporte de riesgo extremo. Caminar por ellas a veces se torna misión imposible debido a las pequeñas aceras, las miles de motos aparcadas en ellas y los puestos de comida que hacen de las aceras su terraza invadiéndolas con pequeñas sillas y mesas para que sus clientes puedan degustar “a gusto” sus distintas especialidades.

Por muy comunistas que parezcan, en la práctica no son tanto. Yo diría que sin duda es una de las sociedades más emprendedoras que he conocido, prueba de ello son los miles y miles de comercios que hay. Si no fuera suficiente con los cientos de tiendas que hay en cada manzana, todos los días bloquean ciertas calles para montar un rastrillo con miles de puestos.

En Hanoi fui a un Hostel que costaba 5$ con desayuno incluido! Vamos, ya os podeis imaginar que no era el Palace o el Rich pero en calidad precio debía ser insuperable. Dormir aquí se antojaba cuanto menos difícil. El tráfico y las bocinas que lo acompañan no cesan en toda la noche, aunque es verdad que desde la media noche hasta las 6am su intensidad se reduce bastante. Menos mal que tenía tapones para combatir la cantidad de sonidos desagradables.

El primer día en Hanoi conocí a un danés de 20 años que los tiene bastante cuadrados. El campeón empezó su viaje hace ya unos 8 meses, y como se quedo sin dinero, llevaba tres meses trabajando por 300$ al mes en un hotel primero y luego en un bar. Lo interesante de este personaje es que para que su viaje fuese más emocionante, corto todas sus tarjetas de crédito y mando tirar todas sus pertenencias en su casa a la basura. Su plan ahora es estar viajando unos 5 años, trabajar, ahorrar, viajar… En estos momentos esta ahorrando para conseguir un billete de avión para ir a Australia donde pagan entre 3,000$ y 4,000$ al mes por mover cajas en el sector de la construcción. Su sueldo poco le da para ahorrar, así que comía en la calle por 1$ o 2$ y estaba pensando en alquilar una habitación a las afueras de Hanoi por 15$ al mes. Interesante perspectiva la de Martin.

Antes de conocer a Martin, y por casualidades del destino, me cruce con un restaurante español. Carles, un alicantino que emigro hace ya tres años, se me presento como uno de los dueños del restaurante. No hacía más de 10 días que acababa de abrir y se notaba, todavía quedaba bastante por hacer para considerarse “acogedor”. Como me cayo bastante bien, decidí probar suerte! La comida regular, pero como estaba tan cansado de comer noodles y arroz, la tortilla española y las dos mini lonchas de queso manchego, me supieron a gloria. Por unos minutos me transporte a España… pufff que bien me sentí!! Cuanto echo de menos la comida española! Lo que daría por un gazpacho o un buen solomillo de buey!

Pase un día recorriendo el casco antiguo de la ciudad, suficiente para ver todos los monumentos interesantes, recorrer los puntos emblemáticos de la ciudad y empaparse de todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer.

Halong Bay.

En el hostel contrate un tour de dos días y una noche a Halong Bay. Esta bahía es una de las 7 maravillas naturales del mundo. Salimos el lunes pronto, sobre las 8am y a las 12:30pm ya habíamos llegado a las bahía. La masificación que había era espectacular. Cientos de goletas chinas esperaban a que embarcasen los miles de turistas que abarrotaban el embarcadero.

Una vez en la goleta, que a decir verdad, estaba muyyy bien, partimos dirección a una de las miles de islas que hacen de este lugar una de las 7 maravillas del mundo. Desde cubierta, a lo lejos, se distinguían las miles de islas que emergen como lanzas desde el mar. También podías apreciar una armada de barcos llenos de turistas que para mi desgracia se dirigían a la misma isla que nosotros. La imagen es la misma que en la película de Troya cuando los griegos llegan por mar a las costas de Troya. Todavía no entiendo porqué habiendo tantas islas, todos teníamos que ir a la misma.

Éramos 15 en nuestra goleta, todos jóvenes y simpáticos salvo unos “mayores” que parecían haberse confundido de barco.

Tras un poco de kayacking, visitamos unas cuevas que están llenas de “figuras”. Nada del otro mundo. Lo mejor fue el trayecto a la bahía donde íbamos a dormir esa noche.

En el barco conseguí hacerme varios amigos, la verdad que aunque nos retiramos pronto, tuvimos una cena bastante amena.

Al día siguiente me despedí de todos mis compañeros, ya que ellos se quedaban dos noches  (la segunda en un parque natural) y yo me volvía a Saigón ya que al día siguiente tenía que coger mi vuelo a las Filipinas!

Aunque merece la pena ir a Halong Bay, los tours están demasiado estandarizados! Es una pena que hayan hecho de algo tan especial un producto para masas.

Después de 10 días en Vietnam, impresionado por la cultura y la belleza de este país, se que me he quedado sin ver muchos de los lugares emblemáticos. No pasa nada, no es un adiós, es un hasta luego…  se que tarde o temprano volveré. Gracias Vietnam!!