Hoy sábado, aprovechando que el hospital y el colegio están cerrados, y que Francisca va a Lilongwe a recoger a sus padres que vienen a visitarla (así tenemos transporte de vuelta ) vamos a Lilongwe hacer varios recados. Entre otros recados, vamos a intentar conseguir tener internet en Chezi!!! Increíble pero cierto, con un modem USB tienes conexión GRPS, que aunque más lenta que una tortuga, algo es algo. Tampoco es que tengamos mucha esperanza de conseguirlo porque Ramón y Triana llevan todo el mes intentándolo sin ningún resultado!!
Cada vez que sales de la misión, es como bajar de golpe a la realidad… Chezi, que es de los pueblos “desarrollados”, impacta muchísimo. Las calles son de tierra, la gente va descalza y en bicicleta los más afortunados. Las casas más estables son comercios que estéticamente no invitan a entrar (eso sí, creo que el modisto es increíble, le das una tela, tus medidas, un diseño y en 3 días ya lo tienes hecho…), vamos, mirar las fotos y os daréis cuenta.
Para ir a Lilongwe, nos subimos a un bus que paro justo enfrente de la misión. Creo que una imagen vale más que mil palabras… Los autobuses van a reventar, no meten a más personas porque literalmente no caben! por supuesto, tampoco falta la mezcla de olores que suele acompañar a los locales. Menos mal que si uno no lo piensa demasiado se hace más o menos llevadero. El medio de transporte alternativo (siempre que no vayas en el coche de la misión) son las llamadas “Matolas”. Esto son una especie de furgonetas donde hay asientos para 9 personas pero se meten 20!!! Por supuesto, también entran las gallinas, maletas y demás trastos que quieren transportar los “pasajeros”. Increíble pero cierto!!
Cuando finalmente llegamos a Lilongwe, cogimos una matola (dentro de la ciudad parece que respetan el número de asientos del vehículo) que fue haciendo un tour por la “ciudad” hasta que llego a nuestro destino, el centro TNM (como Movistar, pero en verde).
Lilongwe se merece un post aparte, así que hoy solo cuento un par de anécdotas y os pongo alguna foto.
Tras pasar toda la mañana en TNM (4horas), decidí comprarme el pinganillo USB que nos prometía el acceso a internet en Chezi. Como era sábado, solo había 1 persona asistiendo a las 15 personas que hacían cola. A nosotros (bueno, a Ramón y Triana) ya nos conocen porque es la decimo sexta vez que venimos… Esto del internet se consigue a prueba y error, tu vas ahí con tu portátil, te lo configuran para que funcione, luego ves que funciona, te lo llevas, lo pruebas en Chezi y noni, noni… no funciona!! No sé como lo hacen, que tocan, pero en Chezi no funciona!!! A todo esto, es admirable el técnico que tienen aquí, no he visto una cosa más amable en mi vida. Para Malawi, el tio es un superdotado, eso de entender de ordenadores, y no te digo ya de redes de informática, creo que es uno entre 10,000 habitantes (si llega). Pues el técnico no solo se preocupo de cargarme los créditos en mi nueva tarjeta SIM, también nos dio su teléfono por si teníamos algún problema…
Antes de volver a la misión, Triana se fue a hacer la compra, mientras nosotros pedíamos la comida en una especie de “KFC”… Yo me tome una hamburguesa de pollo que estaba increíble! En serio, de las mejores que me he tomado nunca. Me sorprende que haya sitios así en Malawi… Creo que si montas un MacDonals aquí te haces de oro… vamos, los precios del menú rondaban los 5 euros, y no creo que la mano de obra sea muy cara aquí. En el establecimiento habría unas 7 personas trabajando que debían ser locales y además unos 3-4 indios que son los jefes. El Malawense si no tiene un jefe encima que no se canse de repetirle una y mil veces lo que tiene que hacer, pues no lo hace!!! En serio… es increíble! No paro de darle vueltas a cómo desarrollar el país, que se puede hacer para crear empleo, bienestar, etc… y siempre que se me ocurre algo, cuando piensas en los trabajadores, ves que nunca funcionaría. Bueno, seguiré pensando…
Encuentra como sea la manera de poder seguir escribiendo estos post...!.
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