Un día cualquiera…

(Si acabas de empezar a leer, tienes que ir de abajo arriba – Hoy publique 4 posts)


Supongo que más o menos ya os hacéis una idea de cómo es un día típico aquí.

Si voy a misa de 6am, me pongo el despertador sobre las 5:30am. Es curioso, aunque sea súper temprano y la misa sea en Chichewa, no me quedo dormido. La misa es bastante animada, van todos los niños de la misión y es increíble oírles cantar. También es verdad que no voy todos los días, pero al menos me he propuesto ir una vez entre semana, además de la misa del domingo (esta es a las 8am, pero dura 2-3horas)

Si no me levanto para la misa, el despertador empieza a sonar a las 6:30am! Así, tras una ducha rápida, puedo estar desayunando con Ramón y Triana sobre las 7am. Después del desayuno, a las 7:30am tiene lugar la Asamblea. Es donde las hermanas rezan con los niños más pequeños para dar las gracias por un nuevo día. Como no puede ser de otra forma, el rezo es cantado, y esta música llena mi corazón de alegría y energía! Me encanta!!! Lo mejor es cuando terminan de rezar, siempre vienen 5 o 6 niños corriendo a abrazarte para que les lleves a clase. Yo ya tengo algún “preferido” que llevo siempre!! Las clases están a menos de 10 metros de donde rezan, pero es una pasada llevarles!! Me alegra el día!

Sobre las 8:00am, Ramón y yo vamos al Hospital. Como ya os conté hace unos posts, es un hospital muy pequeño que suele atender a gente con Malaria, fiebre, dolores de estomago, fracturas, y unas cuantas cosas más. En este hospital no se opera, por tanto, si hay un caso grave, hay que transportarlos al Hospital de Dowa que está a unos 15km por un camino de cabras lleno de baches. Vamos, que si el paciente no muere de los botes que pega el coche por el camino, es un milagro y si en época de lluvias el coche llega al hospital (el camino es todo fango), no es menos que una hazaña. Aunque el hospital es pequeño, al día solemos tener unos 200 enfermos, los lunes y jueves casi el doble. Mi trabajo ahí consiste en organizar a los enfermos que llegan, filtrar si hay un caso grave, y luego, hacer una primera evaluación pesándolos y midiendo la temperatura de los pacientes.

Esto es lo más duro del día, a los olores uno no se termina de acostumbrar, hay niños que si no se mean en la báscula por él miedo que les entra al verte, no paran de berrear y llorar, gente en un estado lamentable… Al final, quieras o no, se te cae el alma a los pies cada vez que ves a un paciente adulto y ni te quiero contar cuando son niños. Aquí ves la pobreza extrema en la que vive la gente, muchos descalzos, otros con la ropa desgarrada, otros llenos de suciedad, etc…. No tengo palabras (ni muchas ganas) para describirlo… pero os aseguro que no te deja indiferente.

Lo más importante es que no se nos desorganice la gente. Aquí el que no corre vuela, todos intentan colarse, hacerse el tonto y saltarse la hora que pueden tener de espera. Como te descuides un momento, se te monta una pelota importante!!! (ya os pondré fotos del hospital, hoy no tengo por aquí)

A veces, sobre las 10:30 y siempre que no haya mucho lio, las hermanas nos invitan a Ramón y a mí a tomar un cafecito… Qué bien sienta!!! La verdad que las hermanas son todas increíbles!! No habría tanto mal en el mundo si hubiese más como ellas.

A las 12:00, y después de hacer la caja, vamos a comer a nuestra casita. Aquí normalmente Ramón se pone el delantal y se pone a cocinar… Como él es un autentico experto, yo asumo mi papel y me suele tocar fregar… Lo hago encantado, porque prepara unos manjares increíbles. Hasta la fecha he tomado lentejas, tortilla española, ensaladilla rusa, todo tipo de ensaladas, y un largo etc… vamos, creo que estoy engordando y con eso digo todo!y

Antes de las 14h, trato de echarme 15 -20 minutillos de siesta, es increíble lo reparadora que puede ser y sobretodo lo necesaria que se hace para aguantar la tarea que tengo por delante de 14h a 16h. En estas dos horas, si la biblioteca está disponible, me llevo a un grupo de niños para darles una clase de lectura. Pero si la biblioteca está ocupada porque los de Standard 8 están de exámenes (es el caso en estos días) pues me llevo a los niños al “campo de futbol” (si se puede llamar así) y les hago distintos juegos… Por cierto, necesito ayuda, me he quedado sin ideas… (les he enseñado el balón prisionero, el declaro la guerra a mi peor enemigo que es…, el pañuelo y alguno más. Bueno, si se os ocurre algo mandarme un mail ;) )

Justo antes de cenar, sobre las 16h, tiene lugar el rosario, se juntan todos los niños y cantan el rosario en Chichewa. A mí me encanta, es increíble lo bien que entonan y lo bien que suena.

De 16.30h a 18h, pues es tiempo libre que tengo… a veces escribo, otras, me voy a jugar al futbol con un profesor local que ayuda en la misión y su grupo de amigos. Él debe tener unos 17 años y ya termino secundaria. El pobre esta a la espera de poder recibir una beca (no sé si de las hermanas o de quién) para estudiar “Otorrinolaringología”… no os parece gracioso? Que la enfermedad que más he padecido de pequeño, que encima tenga familia que es una eminencia en la materia y que mi primer amigo local quiera estudiar justo esto! Anda que no hay cosas para estudiar o especialidades dentro de medicina!! Voy a tener que indagar un poco más para ver si le puedo ayudar de alguna forma.

A partir de las 18h cenamos. La cena suele ser algo más light… y siempre suele llevar tomates! No os imagináis como saben los tomates aquí! Un autentico manjar a precio ridículo… Como no se puede desperdiciar un manjar así, solemos preparar una ensaladita de aguacate y tomate que sabe a gloria!! Vamos, quién diría que estoy en uno de los lugares más pobres de África… Obviamente, la misión es un oasis en un desierto!

Tras una buena cena y una larga charleta, bien nos recogemos cada uno a su casita o nos echamos unas cartas. Cuando nos recogemos, yo aprovecho para escribir unas líneas, leer, o ver una de las pelis que me traje en el ordenador…

Yo por mucho que lo intente, no consigo meterme en la cama antes de las 11:30am… será que la costumbre me puede!!

Hoy comparo mi vida en Madrid con mi vida aquí, he cambiado el despertarme deprisa y corriendo sobre las 8:30am para intentar llegar sobre las 9:15am al trabajo, por despertarme a las 6:30am, desayunar tranquilamente, y llegar a las 7:30am a la asamblea. He cambiado los atascos bajando por la calle Goya, o la espera en el semáforo de la C/ Alcalá escuchando la radio por un paseo de 1 minuto hasta que llego a una especie de patio interior donde escucho a unos niños, que bien suenan como ángeles, cantar y dar la bienvenida al día… Tanto mi trabajo en el Hospital como con los niños me deja completamente muerto, sin energías… en cambio en Madrid, era capaz de estar 20 horas seguidas en la oficina… Creo que es mejor no comparar, no es mejor una que otra, simplemente son distintas…

Los fines de semana son algo distintos, pero eso ya es otro post ;)